domingo, 14 de febrero de 2016

Corazones de fresas.




Los corazones de fresa son nuestra romántica y dulce propuesta para San Valentín.
Un postre o merienda sencillo de preparar.


Vamos a necesitar unas fresas, las nuestras son de Huelva. Las abris por la mitad como en la foto, y así formaréis un corazón.
Derretimos chocolate con leche y chocolate blanco.



Cubrimos las fresas "corazón" con uno de los chocolates y las decoramos con el otro.
Una exquisita propuesta con dos ingredientes inevitables para una fecha romántica: las fresas y el chocolate.

Espero que os animéis a preparar vuestros corazones y os parezcan las deliciosos como a nosotros.
¡¡Feliz San Valentín!!



Besitos. Emes.

sábado, 13 de febrero de 2016

Tabla de quesos.

Hoy os traigo una romántica propuesta para San Valentín.
Eso sí, os gustará si sois amantes del queso como nosotros.


Nuestra tabla quesos es una divertida y sencilla propuesta siempre que localicéis unas piezas.



Necesitaremos un plato de pizarra. Los hay de plástico en bazares o, como éste, en tiendas de hostelería. Los hay de muchos tamaños y no son nada caros.
En bazares o papelerías encontraréis los rotuladores de tiza líquida. Fácil de escribir con ellos, borrables con agua y en varios colores. Se pueden pintar muchas superficies con ellos: cristal, pizarra, piedra,...





Ya sólo queda que elijáis vuestros quesos favoritos, los coloquéis en el plato y los rotuléis.
Espero que os haya gustado nuestra culinaria y romántica propuesta y os animéis a prepararla. En casa ha durado un segundo!!

¡¡Feliz San Valentín!!








Besitos. Emes.

lunes, 8 de febrero de 2016

Lápices y pizarritas.




Para las galletas de la mesa dulce de la jubilación de mi madre nada más apropiado que unas pizarritas y unos lápices "standler".


Pizarritas.



Usando la receta de galletas de mantequilla de siempre, hicimos unas con forma de rectángulo. Para éstas no es necesario usar molde, podéis usar una cuadrícula dibujada en papel vegetal. Lo ponéis bocabajo, se calcará y manchais la masa con el carboncillo del lápiz,  y sobre ella estiráis la masa. Con la ayuda de un cuchillo recortáis las formas.


Las cubrimos de fondant negro, dejando bordes visibles de galleta para simular el marco, con un tirita horizontal marrón en la base a modo de saliente de la pizarra.
Para decorarla, unas mini manzanitas de fondant rojo: se hacen mini circulitos rojos y se deforman por la parte superior para darle formma de manzana.
En la otra esquina, unas maripositas amarillas (éstas son compradas).

Y para finalizar, y darle ese toque de las pizarras con su polvito incluido, hemos usado un polvo blanco comestible.
Se diluye una mínima cantidad de polvo con alcohol blanco alimenticio (vodka, ginebra...), y se pinta con un pincel el fondant negro y se deja secar. Podéis dibujar o escribir lo que queráis con esta técnica sobre fondant. Este polvo lo podéis encontrar en muchos colores en tiendas especialidadas.


Par dar el aspecto de pizarra borrada, se aplica con pincel un poco de polvo seco.

Lápices.




Para los lápices tuvimos a dificultad importante: no encontramos molde de lápiz. Así pues ideamos un plan b: compramos un molde de casita simple y, con ayuda de unos alicates, lo deformamos alargándolo para dar la forma de lápiz.



Una vez horneadas las galletas sólo queda decoraralas.
La mayor dificultad era la cantidad, pues la decoración con fondant consistía en recortar una a una cada una de las piezas en los diferentes colores e ir montando cada lápiz.


En fondant color carne, la parte de madera, con ayuda de una mini cucharita haciendo las muescas.
Tiras de color amarillo y negro para el cuerpo del lápiz.
Fondant negro para las puntas y para la separación de la goma, que iba de color rojizo.


Una vez terminadas y bien secas, sólo queda empaquetarlas individualmente en bolsitas sin cierre y ponerles un lacito amarillo a juego con el resto de la decoración.

Unas galletas muy elaboradas, muy trabajdas y muy pensadas. Con la dificultad añadida de la cantidad, pues no es lo mismo preparar 10-12 galletas, que 70.
Pero cuando tienes una idea y vas viendo que eres capaz de plasmarla en una galleta y que va quedando como quieres, te animas y preparas las que sean necesarias.
No os niego que es cansado pero os aseguro que recompensa enormemente la satisfacción con la que son recibidas y lo bonitas y ricas que salen.







Besitos. Emes.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Jubilación de una maestra.

El final de una vida laboral es la jubilación.
Nuestra madre, maestra durante toda una vida, por fin se jubila!!!
Lo hace con gran ilusión, pues aunque la escuela ha sido su gran dedicación durante más de 35 años, es muy joven, con salud y tiene cinco nietos con los que les apetece disfrutar de otra etapa de su vida.
Pues bien, como suele ser habitual en el gremio, sus compañeras fueron las encargadas de prepararles un almuerzo homenaje, al que tuvieron el detalle de invitarnos.


Decidimos acudir aportando nuestro particular homenaje en forma de mesa dulce.
Un gran reto, pues en ella había que plasmar una vida en la escuela, debía ser original y llamativa, no resultar infantil, y debía ser para unas 70 personas!!
Todo un proceso de recopilación de ideas y materiales.



Lo primero que nos planteamos fueron las galletas. Tras varias ideas, definitivamente elegimos un lápiz y una pizarrita. Rápidamente se nos ocurrieron lo colores: blanco, negro y amarillo. Y un toque rojo. Son los colores de los lápices "standler", los de siempre. A partir de aquí, con el lápiz como base, surgieron el resto de ideas.





Sobre un mantel blanco, colocamos un sobremantel blanco con dibujo negro.


Para las chuches elegimos las de color negro y amarillo: regaliz negro, plátanos, huevos fritos, y moras. Las rojas aportarían el toque rojo.




Para presentarlas botes bonitos de cristal y cajitas de cartón amarillas con lunares blancos. Adornados con lazos a juego y colocados en línea en el centro de la mesa.




A ambos lados, unas cajitas de fruta, decoradas con los mismos lazos, con chocolatinas forradas con papel a juego y unas bandejas blancas con las galletas de lápices y pizarras.



Para personalizar la mesa e ilustrar la vida escolar, elegimos un centro de mesa muy original: sobre un archivador AZ, colocamos algunos libros de mi madre, un antiguo estuche de lápices, su diccionario de español-francés y un marco con su foto del colegio. Típica de su época, pues se las hacían a todos los niños al iniciar el colegio.



Al lado opuesto de la mesa, otro centro: un gran frutero con manzanas rojas, haciendo un guiño a los recreos, sobre un atlas santillana, un diccionario sopena y algunos rotuladores de colores.









No podía faltar una pizarra, por lo que colocamos una grande en la que se leía "Jubilación de la Srta. Encarni", y otras mini pizarras marcando los elementos de la mesa.


El abuelo Pepe nos preparó unas pegatinas en blanco y negro, con el evento escrito, que nos sirvieron para rematar la decoración de los botes, cajas, chocolatinas, frutero.... así como algunos lápices stadler "de verdad".
Delante de la mesa unos banderines rojos unidos con una tira de lentejuelas rojas, que daban el toque de glamour.
Y sobre la mesa, enmarcándola, una tira de banderines muy divertidos: la tabla periódica, algunas fichas infantiles, las tablas de multiplicar, unos mapas, escuadra y cartabón....

Tengo que deciros que le dedicamos mucho tiempo y energía y que nos valió la pena enormemente. A nuestra madre le encantó, así como a todos sus compañeros. Fue divertido verles ojear cada detalle, ver cómo cada uno de ellos les recordaba un momento de su vida (que era uno de los objetivos), y recibir los numerosos halagos que nos hicieron. Casi les daba pena coger nada por no desmontarla.
"Muchas felicidades, mamá, por tu jubilación y mucha energía y salud para disfrutar de tu nueva vida".



Besitos. Emes.


Cajas pintadas.

Hoy me hace ilusión estrenar unas pinturas que me trajeron los Reyes Magos y compartirlo con todos.


He buscado estas pinturas mucho tiempo y, por fin, los Reyes las han encontrado.
Se trata de las "chalk paint". Estas son de la marca La Pajarita, tienen una amplia gama de colores, todos en tonos vintage.
Estas pinturas son a la tiza, con acabados mate, son al agua, se limpian bien y no huelen, se aplican con facilidad, se pueden aplicar sobre cualquier superficie y no necesitan imprimación previa. Como véis, todo son ventajas.



El único incoveniente es que aún son difíciles de localizar (las ví en Leroy Merlin pero eran latas muy grandes, ideales para muebles pero poco prácticas para manualidades). 
Os pongo "aún" porque se han puesto muy de moda en los blog y creo que pronto las veremos en muchos sitios.


Para estrenar mis pinturas estaba esperando un trabajo especial.
Mi hermana el otro día me trajo unas cajitas de madera, monísimas e ideales para mis pinturas.


Pues manos a la obra: primero una lijadita fina par repasar algunas rugosidades y suavizar la superficie.
Y, directamente, a pintar. Rápido y fácil, aplicar la pintura uniformemente por toda la superficie.


Sólo queda esperar a que se seque bien la pintura. Podéis dar una segunda capa pero con una han quedado perfectas. Y, si queréis, añadir alguna decoración. Yo he usado papel decorado en los fondos.


Para la celeste un papel con motivos marineros, muy acorde con la forma de barquito de la caja.
Para la morada, unas flores y mariposas con un toque muy femenino.


 Aún no sé para qué las usaré, pero creo que han quedado monísimas par decorar cualquier rincón, para regalar, para usar como bandejitas,....


Besitos. Emes.