martes, 19 de abril de 2016

Acericos caseros.

Desde pequeñas nos encantan las cajas de costuras, recuerdo como se las registrábamos a nuestras abuelas: los metros, las latas de botones, las bobinas de hilo, ... y los acericos.


Los acericos son esas almohaditas para pinchar los alfileres y agujas.
Son fáciles de encontrar y comprar. Hay miles de modelos y con originales formas y decoraciones.
También son fáciles de hacer: un mini cojincito de tela relleno es suficiente.
Pero os traemos uno muy original y económico, pues podréis reciclar materiales o aprovechar algunos restos  para elaborarlo.


Necesitaremos una lata vacia y bien limpia, retales de tela, adornos de mercería, relleno de cojines y pegamento térmico o silicona líquida.


Empezamos cotando una tira de tela, con el ancho de la lata y un par de centimetros más (uno para cubrir la base y otro para "remeter" dentro de la lata); y el largo del diámetro de la lata, y un pelín más para superponer al cerrar.
Con ésta tela forramos la lata, pegando la tela con la silicona o pegamento.



Ahora recortamos un círculo de cartón o cartulina del tamaño de la base, y lo forramos con la misma tela y lo pegamos en la base de la lata.
Decoramos nuestra lata ya forrada con puntillas, encajes, madroñitos o lo que queramos.



Para la parte superior, recortamos un círculo de otra tela combinada de diámetro mayor que la lata. Pasamos un pespute por el filo, lo rellenamos de algodón o guata, tensamos los extremos del pespunte y hacemos un saquito relleno. Anudamos paracerrarlo.
Pegamos el saquito a la lata con silicona.









Y ya está listo nuestro acerico, totalmente casero, original por su forma y divertido por sus adornos y colores. Podréis combinar diferentes telas y colores, y usar la imaginación para decorarlos con abalorios y retales.









Besitos. Emes.

lunes, 18 de abril de 2016

Tarta de frutas.

Con el buen tiempo apetecen menos los bizcochos y dulces horneados y más los postres frescos.
¡¡Las tartas de frutas son perfectas!!


Ha sido la primera vez que la preparaba y no esperaba que fuera tan sencillo.
Son tres fases: la base, la crema y la decoración.
Para la base, usé masa brisa comprada. Se extiende sobre el recipiente, se acopla bien, se pincha con un tenedor para que no suba y se hornea. Según instrucciones del fabricante.

Para la crema: una crema pastelera sencilla. Para el tamaño de mi tarta, 25cm, usé: dos yemas de huevo, 250 ml leche, 40 gr azúcar, 20 gr harina, y una cucharada de azúcar avainillada (imprescindible para un sabor auténtico).
Calentamos la leche con la mitad del azúcar. Aparte mezclamos las yemas con el resto del azúcar y la harina.
Retiramos la leche del fuego y la vertemos sobre la mezcla de yemas. Mezclamos bien, que no queden grumos. Ahora volvemos calentar, sin dejar de batir y retiramos cuando espese.


Dejamos la crema enfriar en un recipiente cubierto con un papel film para evitar que se cree costra por encima.
Una vez fría la crema, rellenamos con ella la base ya horneada.



Y ya sólo queda decorarla con las frutas que elijamos, en nuestro caso fresas, kiwis y plátanos. Pelamos, lavamos y cortamos en láminas la fruta. La colocamos sobre la crema haciedo el dibujo que queramos.



Para finalizar, le ponemos un "brillo" que protegerá la fruta de la oxidación y le dará más presencia.
Podéis usar alguna mezcla de gelatina, mermelada de albaricoque diluida, productos preparados (como el de lidl) o, como aquí, un almibar (misma cantidad de azúcar que de agua, se calienta hasta que coja consistencia). Se aplica con una brocha sobre la fruta.






Os aseguro que repetiré la receta, sale riquísima, fresca y muy digestiva. Desde aquí os animo a probarla.



Besitos. Emes.

Cumpleaños de Princesa Sofía.

Con el mes de marzo llega la primavera, la Semana Santa y el cumpleaños de Sofía. Ya cumple 6 añitos. Cada vez más mayor y más consciente, le gusta participar y organizar su fiesta.
Como otros años, lo hicimos en un local de juegos, muy divertido para los pequeños y cómodo los mayores.
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Sofía eligió como temática "la princesa Sofía", con todo malva, morado y rosa.
Empezamos los preparativos recopilando todo lo que encontramos en esos colores.
Para las mesas, mantel de papel malva. Esta vez preparamos dos mesas: una para que se pudieran sentar a merendar y otra dulce, con todas las chuches.


Compramos los platos y servilletas morados y malvas y las servilletas de la princesa Sofía. Todo muy colorido y a juego.
Para enmarcar la mesa, colocamos unas guirnaldas de pompones morados, rosa y fuxia de "Tiger", perfectas para nuestra mesa.








En el frontal de la mesa, sobre el mantel, otra guirnada con coronas recortadas en cartulina rosa.
Optamos por varios tipos de recipientes: tarteras y fruteros de cristal, cajitas de madera pintadas en blanco y morado decoradas con lazos a juego, vasos floreros blancos de "Ikea" también adornados y bandejas de madera blancas.


Preparamos pops de nubes blancas con candy melt rosa (chocolate de colores) y "springles" morados y rosas, pinchados en los vasos floreros blancos. Para darles frondosidad y disimular un poco los palillos, rellenamos con regaliz morado.
Hicimos las mini chocolatinas con papel de regalo con lunares blanco. Y su pegatina con el evento.
Como siempre, el abuelo Pepe se encargó del diseño gráfico y preparó las pegatinas del evento que decoran los recipientes y chocolatinas.


Las cajitas de fruta decoradas las usamos para los snack salados: galletitas y palitos.
Estaban decoradas con lazos de cuadritos blancos y morados para las cajas blancas, y lazos rosa para las cajas moradas.
En el centro una pegatina del evento.








En las tarteras, sin la campana, pusimos las magdalenas decoradas con frosting morado (elaborado con nata vegetal y tinte malva). Ciertamente, le faltaron unos springles, pero calculé mal y los gasté todos con los pops.


En los fruteros más magdalenas con y sin frosting, pues no a todo el mundo les gusta y, en la bandeja superior, unas moras de gominola y unos anillos de golosina.
Sin duda, los anillos fueron un éxito entre las niñas.


Y cómo no, las galletas no podían faltar. Servidas en bandejas blancas, preparamos dos modelos. Redondas con ondidas cubiertas con base rosa y moradas y decoradas con flores rosas, blancas y moradas. La decoración era sencilla, pues Sofía se encargó de ella: con moldes con expulsor hicimos las florecillas y ella las fue pegando con mis instrucciones.
El otro modelo eran zapatitos de tacón. Otro gran éxito!!!


Cubiertos de fondant rosa, morado o malva, aplicando una textura y algunos adornos de corazones conjuntando los colores.
Como último toque, dispersamos por las mesas unas coronitas trokeladas en papel blanco y rosa.
Nuestra mesa quedó preciosa, Sofía encantada con el resultado, al igual que todos los invitados.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, SOFÍA!!!

Besitos. Emes.