Hoy nos invitan unos amigos a pasar la tarde en su piscina. Así que les llevamos un bizcocho para merendar.
Hemos preparado un bizcocho muy especial, su originalidad está en su ingrediente principal: leche condensada.
Lógicamente no lleva azúcar. No por ello es excesivamente dulce, pues el resto de ingredientes está bien compensado.
Los ingredientes: 50 gr mantequilla, 4 huevos, 400 ml de leche condensada, 120 gr harina, 1 cucharadita de levadura (si la harina no lleva) y ralladura de limón.
En un bol vamos mezclando los ingredientes.
Agregamos la mantequilla, previamente derretida a temperatura ambiente o en microondas.
Ahora añadimos la harina tamizada, con la levadura si no la lleva la harina, y mezclamos bien todos los ingredientes.
Podéis batirlos con varillas o con batidora.
Por último, para dar un toque de sabor, agregamos la ralladura de limón.
Vertemos la masa en unmolde engrasado. Horneamos a 180° C durante unos 45 minutos. Cómo siempre, depende del horno, vigilad y comprobad con un palito la cocción.
Al sacarlo del horno, lo dejamos enfriar y lo desmoldamos.
Y ya está listo: un bizcocho rico y esponjoso, suave y con un toque original.
En realidad notará la leche condensada si no lo mencionáis.
¡¡Listo para merendar en la piscina con los amigos!!
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