domingo, 17 de mayo de 2015

Regalos de Beltrán.

La llegada de un nuevo bebé es una gran alegría en cualquier familia. Y si además de la tía vas a ser su madrina, la alegría es aún mayor.



Beltrán se bautizó en diciembre, pero con tantas cosillas que enseñaros, aún tenía guardado estos detallitos.
Fue un bautizo íntimo y familiar, pero como madrina había que llevar un detallito para los más pequeños.
Se nos ocurrió preparar unas bolsitas regalo.


Para prepararlas usamos bolsas craf en azul, lazo y papel celeste de topitos blancos, un icono impreso en forma circular con un osito y escrito el evento, pincitas de madera decoradas con motivos de bebé, y taladradora en forma galleta.

Troquelamos el icono. Lo pegamos sobre papel de topitos circular y decorará el centro de la bolsa.
En un extremo, sujetamos con una pincita una cruceta de lazo de topitos.


En el interior de la bolsa pusimos los regalos: globos, chocolatinas, caramelos, la inicial de los niños en madera, y una galleta muy especial.


En esta ocasión, preparamos una galletas muy especiales. Es la galleta de siempre, en forma circular, y decorada con oblea comestible.
Para la obleas, hay que editar el motivo y, en una tienda especializada, os lo imprimirán en pliego de oblea con tinta comestible.

Las obleas se pueden cortar con troqueladoras. Para pegarlas a la galleta podéis usar pegamento comestible, leche condensada diluida o agua con azúcar. 



Cuando están listas, las envasamos en bolsitas con autocierre individuales.
Podréis comprobar que es un detalle de lo más original. Y os podéis imaginar lo que gustó a todos.
Aunque las bolsitas eran sólo para los siete primos de Beltrán y para él, preparamos galletas para todos.
¡¡Bienvenido, Beltrán!!


Besitos. Emes.

Fresones de cumpleaños.

Me encanta la primavera y el mes de abril. 
Y uno de los motivos es porque en ese mes celebramos nuestro cumpleaños. Y os digo "nuestro" porque las hermanas que nacen el mismo día, cumplen el mismo día. Sí, somos gemelas.


Este año, con la preparación de la Primera Comunión de mi sobrina, ha pasado más rápido. Hemos soplado las velas en la intimidad de nuestras familias.
Pero unas amigas han querido que lo celebráramos con una comida, una tarde en una terraza y algunas compritas.
Y, cómo no, les preparé un detallito para compartir con ellas.

Unos fresones muy especiales: de cartulina rellenos de chuches.



Os explico cómo hacerlos.

Dibujamos una plantilla de fresón abierto y la recortamos en cartulina roja, y otra plantilla de hojas que recortamos en papel charol y seda verde.


Plegamos la cartulina roja por las marcas y realizamos unos pequeños orificios en cada uno de los cinco "pétalos". 
Cerramos el fresón pegando la solapita que véis en la plantilla.



Preparamos unas bolsitas con las chuches: fresas de gominolas y caramelos masticables de fresa. Las grapamos para cerrarlas. He elegido todo sabor a fresa, me ha parecido más idóneo.


Introducimos una bolsita en cada fresón y lo cerramos "cosiendo" con un lazo de color marrón, y al final ensartamos una hoja de papel charol y otra de seda. Anudamos y hacemos lazada.



Y para la presentación final, una cajita de frutas mini de madera pintada y decorada, con una tela blanca con lunares verdes.

No me podéis negar que quedan perfectos, como si fueran reales, ¡¡con ganas incluso de morderlos!!.








Besitos. Emes.

lunes, 11 de mayo de 2015

Una letra especial.

En todas las Comuniones, y otros eventos, el anfitrión tiene un detalle con sus invitados en forma de regalo.


Para la Comunión de Elena, puesto que ya había muchas golosinas en la mesa, nos pusimos a pensar en una alternativa para regalo como agradecimiento para los amigos. Debía ser algo que sirviera tanto para niños mayores como para pequeños, igual para niños y niñas, y optamos por algo decorativo y personal: la inicial de cada niño.
Es fácil encontrar las letras en los bazares, papelerías o tiendas de manualidades. En este caso son de madera.

La idea es sencilla: elegir la inicial de cada niño y adornarla con lacitos y abalorios.




En un hilo grueso plateado o en un lacito, ensartamos varias cuentas de colores, a juego con una pequeña moñita hecha con lazos (para las niñas). Este será el adorno para cada letra.



Pegamos el adorno a cada letra con silicona fría o pegamento térmico.
Si os fijáis bien, encontramos unos abalorios con el dibujo de una crucecita, ideal para nuestro evento.
Decidimos unificar el color para cada letra: los abalorios y el lazo del mismo color.


Por la parte trasera, grapamos una cuerda que será el colgador y, con rotulador, ponemos los datos del evento.
Para los niños, en lugar de moñita nos decantamos por un doble nudo y menos abalorios.


Para presentarlas, compramos unas taleguitas de colores muy divertidas para los pequeños, y unos paquetes de papel craf marrón para los más mayores.
Como cada paquete contiene una letra, hay que
identificarlos, para acertar a la hora de repartirlos. Para ello, los personalizamos con unas etiquetas con cada nombre.


Con todo, hemos conseguido un regalo muy personal y muy original. Divertido y decorativo, para usar como colgador de puerta, para cogar de una puntillita en su dormitorio, para colgar en pomos de cajones,....
Además, las taleguitas y sobres les sirvieron para guardar las golosinas, las chocolatinas, chapas,... y todo lo que cada uno se quiso llevar de la mesa dulce.


Para repartir las taleguillas y sobres los presentamos en un carrito camarera blanco, ideal por la buena combinación con la mesa (rescatado de la casa de la abuela). Lo colocamos junto a la mesa, adornado con los floreros de paniculatas.




Besitos. Emes.

martes, 5 de mayo de 2015

Chocolatinas de Comunión.


Para la mesa dulce de la Primera Comunión de Elena preparamos muchas golosinas.



Pero una idea muy original y exitosa es personalizar unas chocolatinas.


Es algo sencillo: usaremos un papel de regalo a juego con el resto de la decoración, en nuestro caso uno de topitos y otro de cuadritos en blanco y rosa.
Y unas pegatinas con el logotipo de la Comunión, la cara de una niña enmarcada en flores rosas en forma circular y recortadas con troqueladora.


Sólo tenemos que comprar las chocolatinas, retirar el envoltorio original (dejando el plateado) y sustituirlo por uno hecho con nuestro papel.
En la parte delantera, ponemos la pegatina.
Las presentamos en una cajita de fruta decorada.


La cajita forma parte de un juego de tres que preparamos para la decoración de la mesa.
La primera tiene un tamaño mayor a las otras dos. Pintada en color rosa bebé, la pusimos invertida como soporte al centro de mesa. Sobre ella iban la cruz, la muñeca y la inicial.




Las dos pequeñas, están pintadas en color blanco y, al igual que la grande, adornadas con madroños, sandungas, telas y cintas de encaje, en colores a juego.
Las pequeñas se usaron como recipientes para contener las chocolatinas. Daban un toque divertido al conjunto de recipientes de cristal.








Besitos. Emes.

Botes personalizados.

Un detalle perfecto para una mesa dulce es personalizar algunos recipientes.
Os muestro algunas formas sencillas de hacerlo.


Podemos personalizar unos maceteros de Ikea con un lazo craf de color fucsia y una pegatina con el logotipo que hemos preparado.




Otra opción, es personalizar las tapaderas de botes para chuches, forrándolas con tela.
 Os tendréis que asegurar que el bote elegido cierra con la tapadera forrada.
Elegimos un par de  telas decoradas a juego con el resto del conjunto (topitos y rayas blancas y rosas).



Ponemos la tapadera sobre la tela y recortamos un círculo de diámetro mayor a la tapadera, lo suficiente para que cubra los bordes interiores. Podéis ayudaros de un compás o un plato para trazar el círculo.


Aplicamos silicola líquida o pegamento térmico a la tapadera, con cuidado que luego no se marque. Envolvemos la tapadera con la tela Y el borde interior de la lata.



 Para que nuestro trabajo quede más curioso, recortamos otro círculo, de cartulina rosa, que pegamos con cola en el interior de la tapadera.



Ya sólo queda adornarla: con una sandunga por el canto de la tapadera y unas pegatinas del evento en el centro.



Con todo, ya tenemos listos unos recipientes para golosinas o como floreros para colocar en nuestra mesa dulce.



Y como último detalle, seguro que os habéis fijado en los fruteros de cup cakes que hay en nuestra mesa dulce.
En realidad no lo son.


Os explico: se trata de papelitos decorados de cup cakes, rellenos con mini nubecitas rosas y blancas.
Recortamos un círculo grande de papel celofán, os podéis ayudar de un compás o un plato. Rellenáis cada cubilete con un montoncito de nubecitas y los envolvéis, atando con cinta craf fucsia (la misma que empleamos en los floreros). 


Besitos. Emes.




Galletas de Comunión.

Para la Primera Comunión de Elena preparamos su mesa dulce.




Como algo especial optamos  por las  galletas, pero ésta vez con fondant, mucho más vistosas y elaboradas. Pues sabíamos que se las querrían llevar de recuerdo.
Para la masa optamos por las galletas de mantequilla de siempre, y elegimos un molde en forma de cáliz.






Para la decoración: fondant rosa y blanco, perlitas de anis blancas y un toque final nacarado.




El proceso: extendemos la masa y recortamos las formas. Las ponemos sobre papel de horno y horneamos todas las galletas. Os aconsejo usar rodillo de silicona con gomillas regulables, con ellas tendréis el grosor perfecto e igual para todas.
Debéis tener en cuenta que para decorarlas con fondant deben tener un grosor mayor del habitual, para que soporten el peso del fondant, y estar perfectamente planas.



Una vez enfriadas las galletas, vamos con el fondant.
Hemos elegido una forma relativamente fácil de decorar, pues sólo lleva dos colores.
Extendemos el fondant rosa y recortamos las "medias lunas" de la forma.
Luego extendemos el fondant blanco y recortamos las "copas".





Para pegarlas a las galletas podéis usar varios productos: pegamento comestible, leche condensada diluida o simplemente agua. Tened en cuenta que el fondant no es más que pasta de azúcar.


Aplicáis agua con una brocha o pincel sobre la galleta o la parte trasera del fondant y lo colocáis. Aunque al principio os parezca que no está pegado, lo estará cuando se seque.



Con el fondant pegado a las galletas y antes de se endurezca, es el momento de decorarlo: ponemos unas perlitas y con un cuchillito o cualquier otro utensilio, hacemos las marcas y la crucecita en el centro.
Una vez terminadas, para darles un toque final, les podéis aplicar con un pincel seco unos polvos nacarados. La diferencia con y sin ésta aplicacicación es notable. 







Por último, y en nuestro caso, las hemos presentado empaquetadas individuales.
En bolsitas con autocierre, con un lacito rosa y una "roseta" hecha con troqueladora en papel a juego.
Os aseguro que es un trabajo que precisa tiempo, paciencia, creatividad y habilidad (sobre todo como en éste caso que hicimos nada menos que unas 80 galletas), pero os aseguro que el resultado y el éxito final merecen la pena.

Algunos consejillos: 
- mantened las galletas siempre en superficies planas, para que no se deformen.
- no amontonéis más de dos capas de galletas, para evitar que se rompan.
- para trabajar la masa, poned harina sobre la encimera.
- para trabajar el fondant, poned azúcar glass sobre la encimera.
- es más rápido el trabajo en cadena: primero hornead todas, luego todas las piezas de un color, luego todas las de otro, luego todas las decoraciones....
- por último, ésta es nuestra forma de hacerlas, pero en internet podéis encontrar montones de tutoriales e ideas, y en tiendas especializadas organizan cursos que os pueden ayudan a sumergiros en el mundo de las galletas decoradas.

Visto el resultado y éxito que ésta vez han tenido (y como siempre en los cumpleaños) os animo a prepararlas. Si no sois muy atrevidas, siempre se puede empezar haciendo algún curso rápido.



Besitos. Emes.

Primera Comunión de Elena.

¡¡Por primera vez preparamos un gran evento!!


Para la Primera Comunión de mi sobrina mayor decidimos que prepararíamos nosotras su mesa dulce y la decoración de su fiesta.
Posiblemente algunas os veréis abrumadas con tanto trabajo y preparativos, pero la clave consiste en prepararlos con tiempo, tener algunas ideas claras, y sobre todo, muchas ganas de meterse en estos "embolados".
Todo empieza unos meses antes, decidiendo los colores que vamos a usar. La mejor ayuda es empezar por elegir y comprar una tela preciosa que servirá de sobremantel y fondo-marco de nuestro trabajo.


En nuestro caso: tela beige con ramilletes de flores en diferentes tonos de rosa y hojitas verdes. Completamos con telas de cuadritos vichi rosa y blanco, y telas rosa lisas. Con éstas combinaciones elaboramos los banderines que decoran la mesa y el salón.
Es bueno elegir otras telas que combinen con la principal para no saturar todo con el mismo estampado. Y algún papel y cintas también a juego, que nos permitirán  ompletar algunas decoraciones.


Otra elección importante: "un logotipo". Un dibujo de la cara de una niña de Comunión, enmarcada con flores rosas, el nombre de la homenajeada y el evento, en forma circular.
El "logotipo" nos ha servido para decorar recipientes, paquetes de recordatorios, hacer unas chapitas, ....
Hay que elegir la superficie: aquí veis una mesa rectangular, que creo que es lo mejor por su accesibilidad y facilidad para colocar. El tamaño debe ser acorde con el contenido: si la ponéis demasiado grande parecerá vacia, si es pequeña quedará todo amontonado. No se trata de poner muchas golosinas en una mesa muy grande, sino en ponerlo proporcionado en función del número de invitados y la cantidad de golosinas.



Ahora vamos a elegir el centro de nuestra mesa: sobre una cajita de frutas pintada y decorada, una cruz de corcho pintada rosa y decorada con puntilla, una muñeca de cerámica de Comunión y la inicial de Elena de "scrap".


Otra idea que os ayudará es dibujar un boceto de la mesa, así sabréis los recipientes que necesitaréis y las golosinas que podeis usar.




Podéis encontrar tutoriales de cómo preparar mesas dulces en internet, con montones de ideas y consejos.
Nosotras optamos por una distribución simétrica. Ésto quiere decir que, partiendo del elemento principal, los recipientes irán colocados a ambos lados de forma simétrica.

Y los recipientes. Optamos por el cristal transparente, que queda fino y elegante, de varias alturas y profundidades: fruteros, tarteras, boles, copas grandes, plato llano, y cajitas de frutas decoradas para dar color y un toque divertido.


Los podéis conseguir en tiendas de decoración y una amplia colección en tiendas como Ikea y Casa.


También podéis decidir si queréis flores como parte de la decoración. Particularmente, para bodas, comuniones y bautizos me gustan blancas (margaritas, clavellinas, rositas de pitimini, gerberas...). Nos decantamos por las paniculatas: blancas y verdes y frondosas, dan un toque silvestre y bucólico.


Las paniculatas las colocamos en jarroncitos con el logotipo y un lazo fucsia. Otras en cubremacetas de cerámica. Si os fijais llevan un cartelito de pizarra con unas frases de agradecimiento: "un día muy especial", "gracias por venir", "os quiero a todos", "sois los mejores", "tú, mi mejor regalo".




Y el recordatorio: tarjeta y marcapáginas. Elena se pintó a sí misma vestida de Comunión. Usamos ese dibujo para imprimir los recordatorios. 
Presentados en la mesa envueltos en papel de topitos y lacito a juego con el resto de la decoración.






 Un toque muy chic, en el que quizás os habéis fijado, son las cortinas de tul blanco que hay tras la mesa. La idea era que sirvieran de fondo, y cubriera la cristalera trasera para evitar reflejos del flash en las fotos y dividir el local. Cuando no os guste lo que queda detrás es una buena, bonita y barata solución.

Con todo ésto decidido, que no es poco, podemos empezar a preparar algunos detalles. Os los repartiré en varios artículos para no comprimir mucho.
En esta ocasión la inversión económica es necesaria, aunque no excesiva. Y os aseguro que compensa la satisfacción personal de lo hecho con cariño e ilusión.
¡¡ Muchas felicidades a Elena por su Primer Comunión!!


Besitos. Emes.