jueves, 25 de junio de 2015

Sellos personalizados.

Con el fin de curso llegan los agradecimientos a las seños.


Este año Julio termina su etapa de guardería, ¡¡en septiembre irá al cole de mayores!!
Casualmente, su seño en la guarde ha sido la misma que tuvo su hermana Sofía. Los dos adoran a su seño Dessy, y a la seño Esther, encargada de recibirlos a diario y de otras muchas tareas.



Por eso hemos decidido hacerles un regalo especial, muy personal y un recuerdo para siempre.

Esta vez yo he tenido la idea y he buscado ayuda para la ejecución en una empresa (Scrapiel, en Málaga) que se dedica a ello: unos sellos personalizados.

Le pedí a cada seño que me escribiera su nombre con algún adorno o símbolo que las identificara. Esas notas las llevé a la tienda y ellos se encargan de hacer el sello en silicona.


Para completar el regalo, unas cajas de tinta negra (las hay en muchos colores). Todo en unas cajitas decoradas casi a medida que he encontrado en una tienda de decoración.



Creo que es un regalo perfecto, para ésta y otras ocasiones en las que busquéis un toque original, personalizado y duradero.
En el sello podéis poner las letras o dibujos que queráis, lo que más os guste. Y elegir el tamaño.








Sofía, que ya empieza a escribir, se encargó de escribir dentro de las cajitas "Muchas gracias. Sofía y Julio". Las seños se emocionaron mucho con sus regalos y les encantó.
Desde aquí las gracias a las seños Dessy y Esther por el cariño, dulcura y simpatía con la que han tratado a mis hijos, y por todo lo que les han enseñado; y a la guardería Alameda por su profesionalidad.





Besitos. Emes.

martes, 23 de junio de 2015

Piscina de ositos.

Hoy tenemos dos motivos de alegría: ¡¡empieza el verano y se termina el cole!!
Por ser el último día de cole, en la clase de mi hija mayor han hecho una pequeña fiesta. Les han dado una lista con las cosas que podían llevar. Ella ha querido llevar las gominolas.
Como comprenderéis, no nos hemos conformado con llevarlas en una bolsita. La idea ha sido preparar una tarta de chuches, con un motivo muy veraniego: piscina de chuches con ositos.





Es bastante sencilla de hacer. Vamos a necesitar galletas de mini ositos, regaliz y gominolas de colores, base de corcho, palillos de dientes, galletas de letras y mini sombrillitas de papel.

Empezamos buscando una base de corcho (las venden de muchos tamaños, las podéis encontrar en bazares. O recortar una grande de la medida que queráis).
La forráis con papel de aluminio. Es por higiene, pues las chuches irán en contacto directo con la base.
Primero colocáis los bordes: ladrillos y regaliz rojos, pinchados con palillos de dientes o palitos de plástico de colores. Tened precaución con los más pequeños y los pinchitos, por el riesgo de que no los vean y se los metan en la boca.


Ahora colocáis las lenguas rojas y las pastas celestes. Serán el agua y la arena.
Sobre las celestes, ponemos a los ositos con sus flotadores (gominolas de aro). Y sobre la arena, las toallas (lenguas de colores a trozos) con los ositos tomando el sol. Nada de ésto va pinchado, sólo puesto, pues he evitado usar muchos palillos.
Unas sombrillitas de las que usan en las heladerías "protegeran" a nuestros ositos del sol.


Y para terminar, con unas galletas letras de ikea, montamos el cartel de "feliz verano". Para llevarla al cole la hemos envuelto en papel celofán.


Me hubiera gustado ver la cara de los compañeros de Sofía al ver a los ositos veraniegos. La seño me ha dicho que les ha encantado tanto a los peques como a todas las seños. 
Dado el éxito, os recomiendo esta original idea para desear el feliz verano a los más pequeños, o para los cumples o barbacoas de verano.



Besitos. Emes.


lunes, 15 de junio de 2015

Cumpleaños ecuestre.


A todos los niños les encantan los animales.
A mi hijo de manera especial los caballos. Por eso, decidimos prepararle una fiesta ecuestre por su segundo cumpleaños.
Empezamos los prepartivos por las invitaciones: unas siluetas de caballos en color naranja y azul acompañaban el texto.


Para la decoración elegimos colores naranjas y azules: en los platos, cuencos, bandejas...



Decoramos la pared frontal, para enmarcar la mesa, con unas cintas naranjas adornadas con 2 caballos de goma eva y crines de lana.
Y el número 2 del cumple de cartulina gris. Para hacer el 2 con un toque ecuestre usamos unas herraduras para definir el número. Creo que fue un detalle muy original y divertido.




Preparamos unas galletas de caballos muy particulares: la masa la compré en ikea, es de jengibre, de ahí su color más oscuro. Es fácil de usar. Sólo hay que trabajar y estirar la masa, recortar las formas y hornear. 

Y para darles un poco de definición, usamos glasa de color celeste para las crines, boca y ojos. Las presentamos en la mesa en una tartera con campana.




Para la mesa usamos un mantel de cuadros de colores muy campero. Unos boles naranjas para los snack, unas cestitas de mimbre para los batidos y para el pan, un cubito de zinc para las patatas, platos y servilletas azules y naranjas...



Todos los recipientes marcados con unos pinchitos con caballos de cartulina negra (simulando pizarritas) rotulados con el contenido y decorados con lacitos naranjas. Para hacer las siluetas, igual que las de las invitaciones, podéis usar el mismo cortapastas de las galletas.










Fue un cumpleaños con la familia y algunos amigos. Primero pusimos la mesa para merendar con dulces y luego la cambiamos a salada con algunos embutidos y quesos.


Y para acompañar la tarta un gran bizcocho, que decoramos con unas vallas y caballos de juguetes. Un broche final que dejó muy buen sabor.
Para despedir a los más pequeños les preparamos unos paquetitos de chuches. En forma de cono con papel decorado con caballitos entre otros motivos.


Como siempre, reunir a la familia y amigos fue muy divertido, los pequeños disfrutaron muchísimo y es una gran satisfacción que el trabajo que dan los preparativos sea tan gustosamente recibido. Todo estuvo pensado y preparado con mucho cariño e ilusión.

¡¡MUCHAS FELICIDADES A JULIO!!

Besitos. Emes.

miércoles, 10 de junio de 2015

Torta de aceite.

Seguro que alguna vez os ha surgido ir a alguna reunión para merendar o tenéis visita y habéis recurrido al bizcocho comprado por pereza para preparar uno o por falta de tiempo o idea.


Hoy os traigo una torta de aceite, fácil, rápida y económica. Riquísima y original. Aunque os pueda resultar un dulce mas de otoño, os aseguro que está igual de rico en cualquier época del año.



Los ingredientes son fáciles. 
Vamos a elegir una medida (un vaso o un bol, del tamaño que queráis, teniendo en cuenta el tamaño del recipiente en el que la hagáis).

Empezamos friendo "un puñado" de matahúga en una medida de aceite. La matalahúga la podéis conseguir en herboristerías o supermercados, con las especias.


Dejamos enfriar este aceite antes de mezclar el resto de los ingredientes: 
Una medida de azúcar, una medida leche y dos medidas de harina. Batimos con Varillas o batidora (con cuidado para no triturar la matahúga).
Engrasamos un molde de horno con mantequilla y vertemos la mezcla.

Decoramos con almendras o nueces, y espolvoreamos con azúcar.
Horneamos a 180°C durante unos 45 min (ccon horno precalentado), dependiendo del tamaño del molde y del horno. 
Yo no la desmoldo, la sirvo directamente en el recipiente.
El resultado es una torta esponjosa, muy rica y con el sabor original de la torta de aceite de toda la vida.


Mi abuela la solía hacer redonda sobre papel de horno, sin usar recipiente.
Desde aquí las gracias a Carmen T. por pasarme la receta y muchas felicidades a Toti, mi suegra, para quien la preparé por su cumpleaños.




Besitos. Emes.



jueves, 4 de junio de 2015

Mis primeros whoopies



Tal vez sea la primera vez que veáis unos whoopies, pero os aseguro que no será la última, pues se están poniendo muy de moda. 
Se trata de unos dulces compuestos por dos partes de bizcochito unidas con crema.
No los confundáis con los macarrons, nada que ver. Los macarrons, de origen francés, son una especie de galletitas rellenas de clara de huevo, almendras y azúcar. Aunque de aspecto similar, tambien de muchos colores y sabores, su textura es diferente.








Los whoopies tienen su origen en la familias Amish de Pensilvania. Los preparaban las mujeres como postre para sus maridos e hijos. En su origen los rellenaban de crema de malvaviscos y tenían el tamaño de una hamburguesa.
Ahora los podéis encontrar o hacer de muchos sabores y colores, tanto las partes de bizcochito como la crema intermedia. Y su tamaño es mini, como para acompañar café o té.


Por ser la primera vez que los preparo, pues ya me picaba la curiosidad, me he decantado por unos fácilisimos: de esas cajitas que venden en supermercados.
Sólo hay que mezclar los ingredientes y seguir las instrucciones del envase.



Son dos mezclas, con la primera se hacen los bizcochitos. Ponemos unas cucharaditas de mezcla, intentando que tengan la misma cantidad y tamaño, sobre papel de horno.



Los horneamos según las instrucciones.
Una vez horneados los dejamos enfriamos.


Preparamos la segunda mezcla.
Ponemos una cucharadita de crema sobre un bizcochito y cubrimos con otro.
Estos los compré en Lidl y son sabor naranja y vainilla (por eso su color). Y tienen más sabores: fresa y chocolate.

Salieron muy esponjosos y ricos. Un sabor muy original. ¡¡Os animo a prepararlos!! Como estoy segura de que los volveré a preparar, la próxima vez los haré naturales. Ya os los mostraré.



Besitos. Emes.