jueves, 4 de junio de 2015

Mis primeros whoopies



Tal vez sea la primera vez que veáis unos whoopies, pero os aseguro que no será la última, pues se están poniendo muy de moda. 
Se trata de unos dulces compuestos por dos partes de bizcochito unidas con crema.
No los confundáis con los macarrons, nada que ver. Los macarrons, de origen francés, son una especie de galletitas rellenas de clara de huevo, almendras y azúcar. Aunque de aspecto similar, tambien de muchos colores y sabores, su textura es diferente.








Los whoopies tienen su origen en la familias Amish de Pensilvania. Los preparaban las mujeres como postre para sus maridos e hijos. En su origen los rellenaban de crema de malvaviscos y tenían el tamaño de una hamburguesa.
Ahora los podéis encontrar o hacer de muchos sabores y colores, tanto las partes de bizcochito como la crema intermedia. Y su tamaño es mini, como para acompañar café o té.


Por ser la primera vez que los preparo, pues ya me picaba la curiosidad, me he decantado por unos fácilisimos: de esas cajitas que venden en supermercados.
Sólo hay que mezclar los ingredientes y seguir las instrucciones del envase.



Son dos mezclas, con la primera se hacen los bizcochitos. Ponemos unas cucharaditas de mezcla, intentando que tengan la misma cantidad y tamaño, sobre papel de horno.



Los horneamos según las instrucciones.
Una vez horneados los dejamos enfriamos.


Preparamos la segunda mezcla.
Ponemos una cucharadita de crema sobre un bizcochito y cubrimos con otro.
Estos los compré en Lidl y son sabor naranja y vainilla (por eso su color). Y tienen más sabores: fresa y chocolate.

Salieron muy esponjosos y ricos. Un sabor muy original. ¡¡Os animo a prepararlos!! Como estoy segura de que los volveré a preparar, la próxima vez los haré naturales. Ya os los mostraré.



Besitos. Emes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario