viernes, 31 de julio de 2015

Mis cactus.


Iniciamos la aventura de este blog hace ya un año con un artículo sobre las piedras de playa decoradas.
Pues bien, de nuevo es verano, ya hemos ido a la playa y hemos hecho nuestra recolección de piedras.


Con un poco de imaginación, unos pinceles y unas pinturillas hemos hecho un centro de macetitas con cactus.

Os valdrá cualquier marca de pinturas, yo suelo usarlas tipo temperas, al agua, para que la limpieza de materiales sea más fácil.

Para nuestros cactus hemos seleccionado colores verdes, mostazas y blanco.
La técnica es tan simple como pintar con un color de base cada piedra limpia.



Primero una cara y, al secarse, la otra.
Cuando están secas, pasamos a pintar las "espinas": puntitos color mostaza y blanco, líneas verticales blancas, ... os podéis ayudar de modelos reales de cactus o de fotografías para dibujarlos.


También podéis componer vuestro cactus pegando piedras pequeñitas a otra mayor. Las posibilidades son infinitas.





Para fijar la pintura y darles brillo podéis usar algún barniz, con pincel o en spray. El acabado será más resultón.


Unas vez listos nuestros cactus, los colocamos en unas macetitas con tierra.
Estas son de ikea y traen sus cubremacetas y su plato de cerámica.



Espero que os haya gustado la idea y os animéis a recoger y pintar piedras este verano. Os aseguro que quien vea vuestros cactus dudará si son o no reales, y pocos se imaginarán que son piedras decoradas!!



Besitos. Emes.

martes, 21 de julio de 2015

Tarta sorpresa.

La mayoría de las tartas nos llaman la atención por su apariencia, y más últimamente que se han puesto tan de moda las tartas decoradas con fondant, algunas auténticas obras de arte.
Para decorar otras hay que ser muy habilidosa con las manga pastelera para que quede perfecta.
Pero una vez las abres, casi ninguna sorprende: suen ser de bizcocho y la mayoría con chocolate.


Hoy os enseño la "tarta sorpresa", fácil de hacer y simple de decorar, pues cómo veréis la sorpresa va dentro. Se trata de un interior de bizcocho de colores.
Empezamos preparando masa de bizcocho, con la receta que queráis.
Separamos la masa en proporciones iguales en diferentes boles. Tantos como colores queramos que tenga nuestra tarta. En este caso cuatro (tened en cuenta que si queréis poner muchos colores debéis multiplicar la cantidad de masa para que cada bizcocho de color no quede demasiado pequeño).

Ahora teñimos la masa de cada bol de un color: rojo, azul, verde y amarillo. Usad la cantiadad de colorante que aconseje el fabricante y recordad que se pueden mezclar para obtener más colores.
Ponemos cada mezcla en un recimiente para hornear y horneamos, teniendo en cuenta que como hemos dividido la cantidad de masa habitual se horneará en menos tiempo.


Para que todos los bizcochos salgan iguales debéis usar el mismo molde. Nosotras hemos usado unos desechables de aluminio y así no hay que esperar que se enfríe, desmoldar y volver a hornear.


Unas vez hechos todos los bizcochos y ya enfriados, los colocamos unos sobre otros, uniéndolos con una fina capa de nocilla, nata, crema pastelera....(os digo fina para que no se vea mucho entre los colores, su función sólo es unirlos).



Y ya sólo queda la decoración exterior: os aconsejo algo sencillo. Así será más sorprendente el interior.
Akí lo hemos cubierto con nocilla y pipas peladas. Podéis usar chocolates de cobertura, fideos o confetis de colores, ¡¡lo que os guste!!!!


Os aseguro que vuestros comensales se llevarán una enorme sorpresa cuando partáis la tarta y vean su colorido interior.
Y si la tarta es para niños, ¡¡aún les gustará más!!












Besitos. Emes.

sábado, 18 de julio de 2015

Galletas corazón.


Hoy os voy a enseñar dos maneras de preparar unas galletas corazón. Son las que aparecen en la "mesa de enfermeras".



La primera opción es preparar la masa, recortar unos corazones con cortapastas, hornearlas y, unas vez frías, cubrirlas con fondant rojo. 

Para pegar el fondant a la galleta podéis usar pegamento comestible, leche condensada diluida con agua o simplemente agua. Lo aplicáis con un pincel a la galleta. Recordad que el fondant es pasta de azúcar.




Si trabajáis el fondant sobre azúcar glas (yo lo uso en la encimera para que no se pegue), se os puede empolvar de blanco el fondant. No os preocupéis, pasád un pincel húmedo sobre el fondant ya pegado a la galleta, dejad que se seque y desaparecerá.
Para darles un toque llamativo, hemos puesto una mariposita blanca (de azúcar, vienen en botecitos como los "confetis" comestibles) en un extremo.





La segunda opción es hacer la masa y teñirla de rojo (debéis usar tinte concentrado de calidad para que coja bien el color).
Extendemos la masa teñida.

Para darles un toque distinguido, hemos texturizado la masa.
En el mercado existen texturizadores en láminas y en rodillos, normalmente se usan para texturizar el fondant. Hay muchos dibujos y motivos.
Pero en este caso, hemos usado una cinta de encaje directamente sobre la masa teñida. Debéis marcar bien el dibujo presionando fuerte con el rodillo, pues al hornearse las galletas, se puede perder.



Una vez texturizada la masa, recortamos las formas de corazón con cortapastas.
Una vez terminadas, las envolsamos individualmente y les colocamos un cartelito de agradecimiento.

Las presentamos en la mesa en un frutero de cristal.

Espero que os hayan gustado las dos técnicas, pues se trata de darles un toque original a las galletas para que no sean siempre iguales. Fáciles de poner en práctica y divertidas para lanzaros a prepararlas.





Besitos. Emes.

viernes, 10 de julio de 2015

Mesa para enfermeras.

Cuando alguien pasa muchos años en un mismo puesto de trabajo, con las mismas compañeras, es difícil cambiar. Pero las circunstancias obligan.
Mi hermana, también enfermera, ha cambiado de servicio dentro de su mismo hospital, después de casi siete años. Sus compañeras quisieron hacerle una despedida, eso sí, organizándola nosotras.
Decidimos prepararles una merienda con una mesa dulce de lo más idóneo usando material del hospital y que las dejara muy sorprendidas.


Elegimos colores muy "sanitarios" y "asépticos": blanco y celeste, que además son los colores de la planta (muy lejos del verde de los quirófanos). Intercalamos el rojo para dar más colorido al conjunto.


Colocamos un mantel blanco, con sobremantel de tela vichi celeste y blanco. Para decorar hicimos unos banderines mezclando paños estériles celestes que se usan en el hospital, combinando con tela vichi y otros papeles decorados a juego.

De fondo, unas cortinas de tul blanco con letras de goma eva rojo con brillantina decoradas con iconos sanitarios, en las que se leía "enfermeras 3.4". Así se denomina la planta, que es para enfermos de cardiovascular y otorrino, entre otras especialidades.




Presidiendo la mesa, nuestra muñeca Lesly vestida de enfermera antigua (que tenemos desde pequeñas), con sus accesorios, junto a la tarta.
Creo que pocas se volvieron sin hacerse una foto con ella.
Preparamos unos cartelitos impresos con iconos sanitarios para cada elemento de la mesa, a los que dimos una nominación acorde al tema.


Así, en unos boles de cristal los regaliz rojos y azules serían "las venas y las arterias", representando a la parte cardiovascular de la planta.




En una copa de cristal, unos depresores untados en candy melts celeste con mititillas de colores, representando la parte de otorrino.


En una "bombonera" (se llama así este recipiente de metal en el que antiguamente se esterilizaba material y actualmente, aunque son difíciles de encontrar en uso, se usan para contener algodón o gasas) pusimos nubes "algodón". No podía faltar en nuestra mesa, igual que durante años no han faltado en los carros de curas.

Unos "corazones para transplante": eran galletas rojas, embolsadas para llevar de recuerdo. Con un cartelito dando las gracias. Presentados en un frutero de cristal. (Os dejo para otra ocasión cómo las hicimos).




En un cuenco de cristal unas refrescantes "gotas de plasma y sange", hechas con cortapastas de melón y sandía.



En unas bandejas rojas, las "galletas sanitarias", que hicimos decorando galletas tipo oreo blancas con unas cruces de fondant rojo.


Y en unas bandejas blancas, imprescindible, "la medicación". Así la preparamos en el hospital: la oral en vasitos y la intravenosa (IV) en jeringas.



En este caso, en lugar de pastillas usamos gominolas y de colores y en las jeringuillas pusimos mini lacasitos de colores.

La tarta la pusimos sobre una base hecha con una caja de madera pintada de blanco, envuelta con papel de paños esteriles y lazada de venda de gasa blanca. Como nota divertida, hicimos la tarta con bizcochos de colores, cubierta de nocilla y pipas. (Ya os contaré como la hicimos).
Para decorar los recipientes, hicimos unos lazos con vendas de gasa blanca.



Y para completar la decoración de la mesa, incluimos unas macetitas con paniculatas y cartelitos de agradecimiento, y un fonendoscopio real.



Creo que os podéis imaginar la cara de las compañeras delante de la mesa, sobre todo cuando ves que todo te representa y te identificas con cada cosa que ves.



Todo un placer derrochar tanta imaginación para agasajar a unas compañeras que han formado parte la vida, y ahora serán amigas para siempre.
Desde aquí las gracias por toda la ayuda y colaboración recibida, por sacar juntas el trabajo hacia adelante y por todos los momentos compartidos (¡¡y por cambiarme de turnos cada vez que me ha hecho falta!!).




Besitos. Emes.

domingo, 5 de julio de 2015

Bizcocho de leche condensada.

Hoy nos invitan unos amigos a pasar la tarde en su piscina. Así que les llevamos un bizcocho para merendar.


Hemos preparado un bizcocho muy especial, su originalidad está en su ingrediente principal: leche condensada.
Lógicamente no lleva azúcar. No por ello es excesivamente dulce, pues el resto de ingredientes está bien compensado.


Los ingredientes: 50 gr mantequilla, 4 huevos, 400 ml de leche condensada, 120 gr harina, 1 cucharadita de levadura (si la harina no lleva) y ralladura de limón.
En un bol vamos mezclando los ingredientes.


Primero vertemos la leche condensada, y le vamos añadiendo los huevos y mezclamos bien.






Agregamos la mantequilla, previamente derretida a temperatura ambiente o en microondas.


Ahora añadimos la harina tamizada, con la levadura si no la lleva la harina, y mezclamos bien todos los ingredientes.





Podéis batirlos con varillas o con batidora.
Por último, para dar un toque de sabor, agregamos la ralladura de limón. 


Vertemos la masa en unmolde engrasado. Horneamos a 180° C durante unos 45 minutos. Cómo siempre, depende del horno, vigilad y comprobad con un palito la cocción.
Al sacarlo del horno, lo dejamos enfriar y lo desmoldamos.


Y ya está listo: un bizcocho rico y esponjoso, suave y con un toque original.
En realidad notará la leche condensada si no lo mencionáis.
 ¡¡Listo para merendar en la piscina con los amigos!!