martes, 5 de mayo de 2015

Galletas de Comunión.

Para la Primera Comunión de Elena preparamos su mesa dulce.




Como algo especial optamos  por las  galletas, pero ésta vez con fondant, mucho más vistosas y elaboradas. Pues sabíamos que se las querrían llevar de recuerdo.
Para la masa optamos por las galletas de mantequilla de siempre, y elegimos un molde en forma de cáliz.






Para la decoración: fondant rosa y blanco, perlitas de anis blancas y un toque final nacarado.




El proceso: extendemos la masa y recortamos las formas. Las ponemos sobre papel de horno y horneamos todas las galletas. Os aconsejo usar rodillo de silicona con gomillas regulables, con ellas tendréis el grosor perfecto e igual para todas.
Debéis tener en cuenta que para decorarlas con fondant deben tener un grosor mayor del habitual, para que soporten el peso del fondant, y estar perfectamente planas.



Una vez enfriadas las galletas, vamos con el fondant.
Hemos elegido una forma relativamente fácil de decorar, pues sólo lleva dos colores.
Extendemos el fondant rosa y recortamos las "medias lunas" de la forma.
Luego extendemos el fondant blanco y recortamos las "copas".





Para pegarlas a las galletas podéis usar varios productos: pegamento comestible, leche condensada diluida o simplemente agua. Tened en cuenta que el fondant no es más que pasta de azúcar.


Aplicáis agua con una brocha o pincel sobre la galleta o la parte trasera del fondant y lo colocáis. Aunque al principio os parezca que no está pegado, lo estará cuando se seque.



Con el fondant pegado a las galletas y antes de se endurezca, es el momento de decorarlo: ponemos unas perlitas y con un cuchillito o cualquier otro utensilio, hacemos las marcas y la crucecita en el centro.
Una vez terminadas, para darles un toque final, les podéis aplicar con un pincel seco unos polvos nacarados. La diferencia con y sin ésta aplicacicación es notable. 







Por último, y en nuestro caso, las hemos presentado empaquetadas individuales.
En bolsitas con autocierre, con un lacito rosa y una "roseta" hecha con troqueladora en papel a juego.
Os aseguro que es un trabajo que precisa tiempo, paciencia, creatividad y habilidad (sobre todo como en éste caso que hicimos nada menos que unas 80 galletas), pero os aseguro que el resultado y el éxito final merecen la pena.

Algunos consejillos: 
- mantened las galletas siempre en superficies planas, para que no se deformen.
- no amontonéis más de dos capas de galletas, para evitar que se rompan.
- para trabajar la masa, poned harina sobre la encimera.
- para trabajar el fondant, poned azúcar glass sobre la encimera.
- es más rápido el trabajo en cadena: primero hornead todas, luego todas las piezas de un color, luego todas las de otro, luego todas las decoraciones....
- por último, ésta es nuestra forma de hacerlas, pero en internet podéis encontrar montones de tutoriales e ideas, y en tiendas especializadas organizan cursos que os pueden ayudan a sumergiros en el mundo de las galletas decoradas.

Visto el resultado y éxito que ésta vez han tenido (y como siempre en los cumpleaños) os animo a prepararlas. Si no sois muy atrevidas, siempre se puede empezar haciendo algún curso rápido.



Besitos. Emes.

1 comentario:

  1. Te quedaron divinas,esas galletas tienen trabajo y están buenísimas

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