Un imprescindible de Halloween son las telas de arañas, pero cansada de ver en todos sitios esas tipo algodón que se estiran, he buscado algo diferente y he dado con la siguiente idea.
Como siempre, con materiales sencillos: bolsa negra de plástico, cartulina o papel blanco, tijeras, fixo y pegamento, y globos negros.
El proceso es el siguiente: cortáis un cuadrado de plástico negro, lo dobláis dos veces (obtendréis un cuadrado más pequeño). Ahora lo dobláis haciendo un triángulo otras dos veces.
Las fotos os ayudarán a entender la explicación.
Las fotos os ayudarán a entender la explicación.
La dificultad está en plegar bien el plástico y ser minucioso en los cortes, para conseguir el mejor resultado. Tal vez tengáis que hacer alguna prueba antes de que os salga la definitiva (os aconsejo que probéis en papel primero).
Cuando despleguéis el plástico obtendréis una tela de araña. Según el tamaño del cuadrado inicial así será de grande vuestra tela de araña.
Ya la tenéis lista para colocar, con unos fixos, en la pared o el techo. Si colocáis varias en diferentes tamaños quedará mucho más vistosa.
Y para rematar, con dos globos negros unidos, unas cintas de plástico negro y unos ojos dibujados en papel blanco, ¡¡montáis una araña de miedo!!
Aquí veis lo barato que he decorado una esquina de mi salón, queda terrorífica sin dar miedo, cubrís una gran superficie y los invitados quedarán alucinados.
Eugenia, te lo copio para mi casa. Me encanta!!. Besos, Silvia.
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